viernes, 16 de noviembre de 2007

ETAPA PREESCOLAR


La etapa preescolar esta comprendida entre los dos y seis años.
Pasar de la edad de transición a la etapa de preescolar requiere de un proceso y no se da en una edad determinada.
La principal característica de esta edad es que el niño ya cuenta con un lenguaje que, además de permitirle entenderte todo lo que dices, le facilita mucho la comunicación ya que puede expresarse claramente.
La etapa preescolar no es obligatoria, pero a nivel personal creo que es muy positivo para el niño-ña que su comienzo en el aprendizaje sea en temprana edad, para su desarrollo psicomotor, para el inicio de la socialización, etc.
Hoy muchos son los padres que tenemos que trabajar y nada mejor que nuestros hijos, mientras estén recibiendo educación escolar, estos cuando llegan a infantil tienen muchos adelantos en el aprendizaje escolar y más facilidad para interrelacionarse.
El niño en edad preescolar aprende las habilidades sociales necesarias para jugar y trabajar con otros niños los acontecimientos importantes del desarrollo motor fino debe incluir:
• Capacidad para dibujar un círculo si se le manda hacer a un niño-ña de tres años.
• Dibujar personas con dos o tres partes.
• Comenzar a utilizar tijeras de punta redonda.
• Empezar a vestirse solo con supervisión de un adulto.
• Capacidad de dibujar un cuadro con cuatro años.
• Progresar con el uso de las tijeras hasta cortar en línea recta.
• El manejo de la cuchara y el tenedor al comer.
• Alrededor de los cinco años, untar con un cuchillo.
• Capacidad para dibujar un triángulo.
Todo educador en contacto con el niño-ña ha de tener presente que, en alguna medida es profesor de lengua, los niños con edades preescolares aprenden a hablar sin dificultad, sobre todo como mas aprenden es con juegos, el educador tiene que tener en cuenta que existen procedimientos y circunstancias que proporcionan el aprendizaje de la lengua por parte del niño sin grandes esfuerzos.
No podemos olvidarnos que los niños con edades preescolares aprenden por imitación, como educadores seremos sus modelos a seguir.

MARIBEL

Los valores y los jovenes


Los valores son características morales de cada uno de nosotros, pero hay que inculcarlos desde la infancia, así conseguiremos en la adolescencia un ser humano apto y válido para la sociedad.
Valores tales como la libertad, respeto, humildad, justicia, solidaridad, paz y tolerancia son los que construyen al ser humano como persona.

¿Cómo podemos hacer que lleguen éstos valores a nuestros jóvenes?
Se trata de facilitar al joven la inserción en la sociedad, ayudándolo en los problemas personales y aportándoles habilidades sociales.
Como educadoras, nuestra misión es muy importante, ya que encontraremos muchos casos de jóvenes que carecen de éstos valores y tendremos que fomentarlos.
Estas carencias son debidas en muchos casos a:
• Pérdida del rol familiar, con mayor frecuencia la mujer se incorporado a la vida laboral lo que hace que carezcan de éstos modelos.
• Tenemos también la influencia de los medios de comunicación que inculcan a veces comportamientos no éticos y agresivos para los adolescentes.
• Menores en acogida, que están privados del efecto socializador de la familia.
• Por carencias afectivas o de otra índole, hace que contacten con malas influencias, tales como pandillas, bandas etc.…
• Capitalismo en nuestra sociedad.

Tenemos que construir su personalidad, llenándolos de técnicas y estrategias de educación en valores mediante:
• Dinámicas individuales, tales como tutorías con los menores.
• Dinámicas grupales.
• Habilidades sociales.
• Talleres medioambientales.
• Comunicación.
• Lluvia de ideas.
• Role-playing.
• Ejercicios de autoanálisis y de reflexión.
• Con el deporte también aportamos valores de responsabilidad auto superación y esfuerzo.
• Realizar actividades de concienciación del entorno.

JUANY1

La vida en Aldeas Infantiles


En Aldeas Infantiles se intenta que los niños que están acogidos en esta organización, tengan una vida lo más normalizada posible, haciendo que su vida en los hogares sea como la de cualquier niño.
La madre SOS proporciona a los niños el cariño y la estabilidad que necesitan en su vida diaria, también la figura de la tía como apoyo de la madre es básica.
En la Aldea de Tenerife que está situada en el Tablero existen diez hogares, que están
perfectamente acondicionados para que esto sea posible .Los grupos de hermanos permanecen juntos haciendo que el ambiente sea como el de cualquier familia.
Asisten a colegios de la zona, garantizando una formación y haciéndolos sentirse integrados y favoreciendo su autoestima .El papel de los educadores como figura de referencia y apoyo es muy importante, llegando a crearse vínculos afectivos muy estrechos.
Se realizan actividades dentro y fuera de la Aldea, sobre todo en época de vacaciones
donde los niños disfrutan de mucho tiempo de ocio ,como salidas a la playa , al monte ,al cine, etc. fomentando la integración con la sociedad.

Maria M.

Violencia en los hogares de menores


Se da bastante a menudo, sobre todo en hogares donde conviven adolescentes que han sufrido una serie de circunstancias especialmente desfavorables. Comienzan a cuestionar la autoridad del adulto, dirigen su contrariedad a quien tienen más cerca, a personas que les marcan normas de actuación dentro y fuera de los hogares.

Este marco puede desencadenar situaciones de agresión por parte de los menores hacia sus educadores. Veamos cómo podemos minimizar el problema e incluso, llegar a evitarlo.

Si queremos canalizar esa energía hacia otros derroteros, sería bueno instaurar una serie de valores básicos para una buena convivencia en sociedad. Los menores no cuentan con la familia en un grado suficiente como para dar estos valores por integrados: respeto hacia cualquier forma de vida, interés por lo social, ver la igualdad de todos los seres humanos y no marginar a nadie por ningún motivo, cuidar el medio-ambiente…

Poco a poco, el adulto tiene que ir dotando al menor de las suficientes habilidades sociales, adecuadamente trabajadas y practicadas a diario, para que la violencia no sea una opción válida.

Algo a poner en práctica es el diálogo con los niños, pero no una conversación siempre dirigida a obligarles a hacer algo o reprenderles, sino una comunicación fluida y enriquecedora en todo momento. Ser comprensivos con ellos, hacerles ver que no se es enemigo, sino colaborador.

Si pasamos tiempo con los menores, disfrutando de la compañía mutua y desarrollamos un clima de entendimiento e interés real, nos será más fácil “controlar” e incluso evitar los arranques de violencia que puedan tener.

El adulto no puede ni debe devolver violencia en estos casos, sino tratar de rebajar la tensión y servir como modelo de asertividad. Debemos, como educadores ser cariñosos y tolerantes con ellos, sobre todo disfrutar del tiempo que pasamos juntos… al fin y al cabo, es todo lo que nos vamos a llevar.

Fundamental también es saber practicar una retención al menor, evitando así que nos haga daño si la situación se nos va de las manos.

Sonia Rizo

Necesidades para los niños de acogida


Las necesidades que contribuyen al desarrollo de los niños de acogida podrían abarcar desde:

• Escolarización.
• Apoyo escolar.
• Alimentación equilibrada.
• Hábitos de Higiene.
• Vestuario y complementos cubiertos.
• Actividades extraescolares.
• Fomentar habilidades sociales.
• Fomentar el gusto por la cultura en general (música, pintura, teatro, etc.).
• Utilizar la empatía sobre todo con los adolescentes.
• Fomentar un dialogo asertivo para un mayor acercamiento entre el educador y los menores.
• Talleres (manualidades, lectura, medio ambiente, etc.).
• Fomentar Valores.
• Fomentar el deporte.
• Fomentar la afectividad.

Esto seria el conjunto de una vida completa y enriquecedora hacia la creación de personas adultas, consecuentes, felices y con capacidad de solución de problemas.

Sonia García

viernes, 9 de noviembre de 2007

Un Historia Cualquiera


La vida va pasando día a día, con el fin de ir cumpliendo los objetivos que nos hemos marcado; Sean cuales sean éstos, nos levantamos, nos duchamos, desayunamos y ya preparados y dispuestos…. ¡nos lanzamos a la calle! a comernos el cachito de mundo que nos corresponde hoy, con la idea en la mente de no dejarnos nada en el plato y si podemos abarcar un poco más y adelantar el trabajo de mañana, mejor que mejor.

Vamos a imaginarnos por un ratito que nos llamamos Isadora y al margen de la edad que tengamos, somos mujeres maduras, inteligentes, muy capaces, sensibles, con muchas ideas en la cabeza y ¿Cómo no? Bellísimas por dentro y por fuera……………

Pues bien……empecemos:

¡¡Hola!! Buenos días, mi nombre es Isadora y llevo en pie desde las 7 y 30 de la mañana, desde que me he levantado de la cama, no he parado de organizar todas las cosas que tengo que hacer a lo largo del día, de lo que no debo olvidar, de coger la comida para el almuerzo, de la ropa y calzado adecuado para las actividades que voy a hacer hoy, de las llamadas que tengo que hacer (entre ellas llamar a mi amiga Nayra, que llevo dos semanas sin llamar y tiene a la madre muy mala en el hospital y no sé como está, o a Marco que anda liado abriendo su primer negocio y ni siquiera le he podido echar un mano pintando… o mi amiga Noe, a la que hace que no veo 4 años, porque vive en Alemania, y ha venido a pasar unas semanas a Tenerife y no he podido quedar con ella, y mejor paro de pensar porque sino me vuelvo a meter en la cama, me tapo la cabeza con el edredón, apago mi móvil y si se quiere caer el mundo que se caiga...). Pero no, repaso mi agenda para ver que no olvido nada y estar bien preparada para el día que me espera.
Todo está en orden así que adelante……abro la puerta de la calle y a comenzar un nuevo día.
Cojo el coche, ¿tengo gasolina suficiente o paso por la gasolinera?...Si tengo suficiente, pongo musiquita y comienzo el trayecto al trabajo. En el camino no pasa gran cosa, sigo organizando, pensando, me quejo porque alguien va muy despacio, o porque no señaliza las maniobras que hace, pienso que debería cortarme ya las uñas, cambiar el brillo, o repasarme las cejas, en fin tengo que llamar a la esteticién, y cuidarme un poco.
Llego a mi trabajo y al bajarme del coche pienso que ya es hora de cambiarlo, de seguir mi camino por otro sitio, pero bueno, pienso que ya queda poco y siento que puedo aguantar hasta el final.
Pasa la mañana sin grandes noticias, recibes una palabra amable, otra desagradable, tus compañeras se quejan y quejan, otras se aplican, pero bueno, intentas aislarte y seguir tu día sin mayor problema. Llega el almuerzo, así que comes y vas corriendo a tu trabajo otra vez, ¿me lavé los dientes?... no, bueno me los lavo en el hogar y así doy ejemplo a los chicos…
La tarde pasa más o menos rápido, sin graves incidentes, pero salgo del hogar con la cosilla dentro de que quizás no ha sido un día muy productivo, que tenía que haber llevado aquella situación de otra manera, que tengo cosas que mejorar, buscar otras técnicas o estrategias, o pedirle al educador consejo, en fin… tengo que seguir formándome y creciendo porque todavía no me siento capacitada del todo.

Ya sentada en el coche hago un pequeño balance de los que todavía me queda por hacer, que tiempo me queda para hacerlo, y las energías de las que dispongo…respiro profundamente, (ufff) y llego a la conclusión de que mejor voy a casa, pongo una lavadora, tiendo algo de ropa, preparo la cena y el almuerzo de mañana y si me queda tiempo me pongo con los informes de simulación de empresa que me quedan por hacer.

Son las 11 de la noche estoy agotada, creo que en un rato me voy a la cama. Pero antes me paro delante de la pecera y pienso… ¿de que color estaba el cielo hoy, había nubes? ¿Cómo le fue el día a mi madre, y a mi padre? ¿Cómo está mi hermana y Paulita…. y mi cuñado? ¿Y mi hermano y mi cuñada, cundo vendrán a vernos? ¿Mi amor, que día habrá tenido hoy? ¿Cómo estará? Definitivamente necesito que los días sean más largos, tener más horas……o bueno también puedo pensar que si las cosas no las resuelvo todas hoy, las puedo resolver mañana, y si me acuesto media hora más tarde porque la dedico a rascarle la barriga a mi perro Kapo, pues que no pasa nada; que la factura de este mes sube un poquito, porque el sábado voy a llamar o por lo menos intentarlo, a todos los amigos que tengo medio abandonados, pues que merece la pena ese gasto; que no me voy a la cama ya, porque voy a ver la tele un rato con mis padres a ver que tal están; que antes de meterme en la cama le daré las buenas noches y un gran te quiero a mi amor……pero lo mejor es cuando cierre los ojitos, y me sienta llena, llena de sentimientos nuevos, de momentos compartidos a lo largo del día, llena y feliz porque mañana será otro día y podré seguir construyendo mi mundo.


Marta

APRENDER A SER MADRE .... DIFÍCIL MISIÓN


El ser madre es una misión titánica, compleja, llena de escarpadas montañas y de profundos valles.
¿ Quién tiene un manual donde se diga cómo ser una buena madre?¿Dónde lo venden ?
Es algo que no se aprende, que no se enseña, que no se copia, que se trabaja día a día poniendo cada una lo mejor de sí para tratar de hacer el camino más llevadero. Vivimos en un mundo lleno de prisas, de mañanas apuradas, de calles tormentosas llenas de coches, de pitas, de voces apuradas, un mundo donde hay niños, adolescentes, jóvenes que son el futuro, que son la promesa de los que ahora estamos aquí y debemos volcarnos en hacer de estos niños/jóvenes una pirámide inmensa que se fortalezca cada día con bases sólidas y firmes.
Me parece , como madre que soy, que es un collar inmenso, gigantesco, lleno de cuentas pequeñas, preciosas , que hilvanamos cada día procurando que no se nos escape el hilo, que no se rompa, que no ceda bajo el peso de una cuenta mayor, sabiendo que corremos el riesgo de que pase, de que no podamos recuperar la hebra que tanto nos ha costado mantener continua.
El ser madre no se logra definir con palabras, no puede haberlas para algo tan inmenso y grande. Una vez trabajé con una mujer , madre igualmente, que me dijo que el mejor de los dulces de una bandeja que entrara a su casa ,era para ella y que sus hijos lo tenían muy claro, porque gracias a estar ella, estaban ellos allí. Me pareció en ese momento, algo egoísta, pensando en lo que me enseñaron desde pequeña: lo mejor para los demás; ya no pienso igual, tenía razón la madre que me lo dijo, tenemos que pensar que gracias a todas nuestras madres estamos aquí, porque ellas nos permitieron llegar y nos hicieron personas.
Cada día pido a Dios que me indique el camino, que me avise cuando cometo fallos, que me haga entender que dar lo mejor de mi, no significa que siempre voy a tener recompensas, estamos rodeados de egoísmo, de envidias, de una pérdida inmensa de valores que arrastran a la sociedad a no valorar ni respetar ni a hijos, ni a madres. Escuchamos cada día en las noticias que los hijos se rebelan contra los padres, que los hijos, agraden a profesores y compañeros y sabemos que detrás de esos hijos rebeldes hay en la mayoría de los casos, madres preocupadas, madres ejemplares que dan lo mejor de si para tener hijos encaminados en la sociedad , para ellas mismas pero la realidad nos roba cosas por el camino que algunas veces recuperamos y otras se quedan en el intento.
Sabiendo que nos desvivimos por nuestros hijos para que mañana se vayan y nos dejen, porque es ley de vida, porque nosotros también lo hicimos, amanecemos cada día con la satisfacción de ver que crecen, que se hacen mayores aunque eso signifique que a la par , también envejecemos nosotras.
¿ Qué pedimos a cambio? ¿Qué esperamos después de tanto trabajo diario?
Nos conformamos con ese diario beso sincero y llano, con ese abrazo fuerte que nos sorprende en un sofá, con esa confidencia rojiza que nos hace erizar porque nos recuerda que son hombres, que son mujeres, nos llenamos de orgullo con esas miradas soñadoras que prometen ser grandes personas, que prometen ser ellos mismos, únicos, irrepetibles.
Y es que ser madre se aprende cada día, cuando nuestros hijos nos enseñan, cuando nos preguntan, cuando siendo pequeños sabemos que necesitan de nuestros brazos para acunarlos sintiéndose seguros.
No hay manuales, no puede haberlos, no se llenarían nunca, serían interminables.
Cada día aprendo de los niños que me rodean, aprendo cosas que quizás en algún momento se me escaparon por los rincones; cada día aprendo de mis hijos que se puede cultivar cuando se siembra, que se puede esperar amor cuando se ha dado a manos llenas, cada día leo en sus ojos que ha valido la pena , que esta tarea ha sido en conjunto, que se puede seguir escalando sabiendo que la cima aunque quede lejos, espera por los que creemos que llegaremos a ella, como madres, como hijos……………………….



Magdalena……….